Buscando a Nemo

Desde que Disney y Pixar se aliaron nos han regalado muchas películas, casi la mayoría auténticas obras de arte.
Buscando a Nemo no es una excepción y nos ofrece una historia familiar de superación, valerse por uno mismo y sobre todo una historia de amor. Del amor de un padre a un hijo. Ese amor que es tan fuerte como para que se recorra el mundo entero buscando a tu hijo porque sabes que está vivo y que vas a encontrarle.
Cojamos las corrientes y busquemos al pequeño pez payaso...
Una feliz pareja de peces payaso. Una pareja que espera ansiosa y espectante su descendencia. Una familia que esperan sea la mejor del mundo... pero un desafortunado accidente provoca que el padre de los bebés se quede solo. Pierde a su esposa y a sus hijos... menos a uno. Nemo.
Su padre lo coge con cariño y a partir de ahí comienza una historia de amor fraternal como pocas. El pequeño es sobreprotegido por su padre, Marvin llegando a agobiarle en alguna ocasión.

Nemo es aventurero, intrépido, y la mayoría de las veces se frustra al ver que su padre no le permite hacer las actividades que la mayoría de sus amigos hace.

Marvin tiene miedo de que le pase algo a su hijo y se quede, ahora sí, solo de verdad.

Sin embargo Nemo siempre encuentra la manera de meterse en líos con lo cual un día mientras está de excursión con sus compañeros de clase es capturado por un humano que hacía pesca submarina.
Este humano es un dentista y se queda con Nemo. Lo mete en su pecera y ahí el pequeño payaso conoce a unos peces muy particulares.

El dentista pretende regalar el pez payaso a su sobrina la cual tiene fama de no dejar vivo ningún pescado que le regalan.
Por otra parte Marvin se embarca en una búsqueda por los siete mares para encontrar a su hijo perdido. Sus hazañas y aventuras llegan a oídos de todos los animales a lo largo y ancho del mar creando así una leyenda sobre su persona.
En este viaje conoce a Dori. Este personaje es uno de los más queridos del universo Pixar ya que su particular personalidad y en el caso español, la voz de Anabel Alonso, le imprime un toque bastante especial al pescado azul.

Tras mil y una aventuras donde además de a Dori conocerá a tortugas, tiburones, gaviotas y más animales, Marvin tendrá su recompensa.

Esta película obviamente es de corte infantil pero como siempre, aunque uno sea adulto el hecho de verla logrará que volvamos a tener doce años lo cual siempre se agradece.

Lo mejor: La historia tan fuerte de amor fraternal. El personaje de Dori.
Lo peor: Debieron sacarle más partido a los tiburones. Eran muy graciosos.

Nota: 7

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